El Acueducto de Segovia es uno de los monumentos más significativos y mejor conservados de los que dejaron los romanos en la península ibérica. Se trata probablemente del símbolo más importante para los habitantes de Segovia.
(*) Precio por persona y noche calculado en base a la tarifa vigente en fin de semana y temporada baja.
Acueducto Romano de Segovia. Fue construido probablemente en la época de los Flavios, entre la segunda mitad del siglo I y comienzos del siglo II, siendo emperadores Vespasiano y Trajano, con el fin de transportar el agua del río Acebeda hasta la ciudad. Esta impresionante obra de ingeniería, en excelente estado de conservación, comienza cerca del Palacio de la Granja con arcos sencillos que conducen el agua hasta la cisterna conocida como el Caserón. Posteriormente, un canal de sillares la transporta hasta una segunda torre y, al llegar a la plaza de Díaz Sanz, comienzan a formarse dos monumentales filas de arcos superpuestos. Sus 20.400 bloques de piedra no están unidos por masa ni cemento alguno, y se mantienen en un perfecto y sólido equilibrio de fuerzas. La altura máxima de la construcción se alcanza en la Plaza del Azoguejo con 28,10 m de altura y un total de 167 arcos.