Hoces del Duratón. El Parque Natural comprende el curso del río Duratón, desde Sepúlveda hasta la presa de Burgomillodo. Son 25 kilómetros de recorrido en los que el río ha excavado las rocas calizas produciendo el encajonamiento entre paredes de más de 70 metros de altura, dibujando meandros. Así que, geológicamente, vas a encontrar un extenso conjunto de hoces, cañones y acantilados excavados por el Duratón en las calizas mesozóicas.
El Centro de Interpretación lo tienes en la iglesia de Santiago, en Sepúlveda, villa que capitaliza una comarca de la que hablamos en otro lugar como destino turístico. Aquí te informarán de todos los tesoros que acoge este Parque y te destacarán que, en los altos farallones rocosos anidan casi 500 parejas de buitres leonados, acompañadas de un buen número de alimoches, águilas reales y halcones peregrinos. Alza, pues, tu mirada cuando pasees por el Parque.
Para descansar y que los más pequeños se sientan a gusto, tienes las dos Áreas Recreativas de Carrascal del Río y Sebúlcor, con zonas de juegos - infantiles y tradicionales - mesas, bancos y barbacoas, equipamientos educativos, tales como pequeñas construcciones rústicas que funcionan como aula de naturaleza, carteles de interpretación, senda botánica, etc... Asimismo, en el mirador de la Virgen de la Peña, hay juegos infantiles y carteles de interpretación de la fauna, flora, geología e historia de la zona. En el Parque puedes practicar senderismo, ciclismo, piragüismo, canoa, etc… Pasear tranquilamente entre los olmos, contemplar las sabinas y el sotobosque de ribera.
Los valores naturales de la zona están sazonados, como un valor añadido, tanto en el plano histórico como artístico, por las cuevas con grabados de la Edad del Bronce, puentes y calzadas romanas, pequeños santuarios rupestres, la ermita románica de San Frutos, las ruinas del convento de Nuestra Señora de la Hoz y el conjunto arquitectónico de Sepúlveda, donde tienes que desgustar sus asados.
La ermita de San Frutos Pajarero se encuentra al borde de un precicipio. Es un antiguo cenobio benedictino, románico, del siglo XII y en su necrópolis verás tumbas antropomórficas rupestres altomedievales. Acércate hasta este lugar, no te arrepentirás.
Quiero destacarte igualmente que la erosión fluvial sobre las calizas ha dado lugar a numerosas cavernas, como las de Los Siete Altares, junto a la carretera que une Cantalejo con Villaseca (próximo a Villar de Sobrepeña), y que cuenta con varios altares construidos, al parecer, por los visigodos. Y cuevas con pinturas rupestres son las de La Huelga, El Cabrón, La Molinilla o el Pájaro.
El Parque Natural se localiza territorialmente en los municipios de Sepúlveda, Sebúlcor y Carrascal del Río, beneficiando a 14 núcleos de población.
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