Obra cumbre de la arquitectura militar mudéjar y gótica. Impresionante mole de ladrillo, protegida por un potente foso que supera la veintena de metros de profundidad. Se comenzó la obra a finales del s. XIV y se concluyó a comienzos del XVI.
(*) Precio por persona y noche calculado en base a la tarifa vigente en fin de semana y temporada baja.
Castillo de Coca. Nada en él se dejó al azar, siendo profusamente decorado tanto en su exterior como en el interior. Las secuencias de pinturas con motivos geométricos, recorren todo el perímetro, haciendo diferente cada una de sus vistas.
De igual manera, diferentes son todos y cada uno de los merlones que coronan su construcción. Como culmen a esto, el pozo de escucha, espolón arquitectónico que se observa desde los jardines ubicados al sur del castillo, en la base del mismo y que permitía controlar el único punto no vigilable de la fortaleza, previniendo un ataque por el sistema de galería de minas.
Tiene planta ligeramente irregular, debido a que se aprovecharon las paredes de la muralla defensiva de la villa en sus lados sur y oeste. Dentro de esa planta, el Patio de Armas. En su visita interior, el viajero no puede dejar de admirar todas y cada una de las bóvedas, obras maestras de su diseñador, Alí Caro; variado repertorio de soluciones, de las cuales se dotó hasta la más humilde de las salas de guardia del castillo. Y en sus paredes, siguiendo la línea decorativa del Patio de armas, los geométricos, realizados en rojo, azul, blanco…, imitan la decoración de azulejos con la que la familia sorprendería al más ilustre de los visitantes